Ramala, 4 ene (Prensa Latina) Las fuerzas de seguridad israelíes arrestaron a unos 11 mil palestinos en 2023, la mitad de ellos tras el inicio del nuevo ciclo de violencia, el 7 de octubre, denunciaron hoy varios ONG.
En un comunicado conjunto, las organizaciones detallaron que la cifra no incluye a los miles de gazatíes detenidos tras esa fecha, luego de la invasión terrestre del Ejército.
Del total, mil 85 fueron menores de edad y 300 mujeres, señaló la declaración de la Comisión de Prisioneros y Exprisioneros, la Sociedad Palestina de Prisioneros, la Asociación de Derechos Humanos y Apoyo a los Prisioneros Addameer y el Centro de Información de Wadi Hilweh.
Destacaron que la mayor cantidad de arrestos ocurrió en octubre, cuando comenzaron las hostilidades tras un ataque del grupo Hamas a Israel, que respondió con una ola de bombardeos contra Gaza y una posterior ofensiva terrestre.
Señalaron que al cierre del año, unos ocho mil 800 palestinos estaban retenidos en prisiones israelíes, incluidas 80 mujeres, y detallaron que en 2023 10 reclusos fallecieron bajo custodia.
Esta semana la Comisión de Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros y el Club de Prisioneros denunciaron que siete compatriotas murieron desde el 7 de octubre en los centros penitenciarios de ese país.
En noviembre último, varios palestinos, liberados en un intercambio entre la milicia Hamas e Israel, denunciaron las torturas a las que fueron sometidos en las prisiones.
Los miembros del Servicio Penitenciario ingresan constantemente a las celdas y golpean a los presos, describió a la televisora Al Jazeera el joven Mohammed Nazzal.
Poco antes de salir, entraron a la sección donde yo estaba y nos empezaron a golpear con palos, me puse las manos en la cabeza para evitar los golpes, lo que provocó daños en mis extremidades, narró.
Estuve detenido durante casi un año, pero lo que sucedió desde el 7 de octubre no lo vi antes, coincidió Jawad Kamil, de 17 años, otro de los jóvenes liberados.
Las fuerzas represivas entran a las secciones de los prisioneros y comienzan a golpearlos; el objetivo es matarlos, indicó.